Apropósito de la campaña anti Conga. Cuatro días después de su arranque, el líder principal anuncia su disposición a dialogar con el Presidente de la República “si se diera el caso, pero éste tendría que ir a Cajamarca”. Pero al día siguiente reclama la vacancia del cargo “por no estar cumpliendo sus promesas” ¿Cómo explicar semejante cambio de un día para el otro? Como la tal huelga “general” mostraba muchísima más gente en contra que a favor, dio el primer paso en reverso insinuando una eventual disposición a dialogar, pero no con el Primer Ministro que los venía jaqueando. Entonces tenía que ser… con el Presidente de la República. 

Como respondiendo a tan pretenciosa insinuación, el Presidente anunció su viaje no a Cajamarca sino a Europa para ver temas como el TLC con la Unión Europea, entre otros. Entonces, como enfurecido por el desplante, el torero le saca la pistola al pobre toro, anunciando ante sus seguidores “la vacancia de la presidencia” como meta suprema de la tal huelga ya no tan “general” por haber tenido que llevar gente de otras provincias, escolares y hasta niños para mostrar una plaza no tan raleada de seguidores, habida cuenta que los opositores a los anti mineros se contaron por miles recorriendo las calles de la ciudad antes del 31 de mayo. Nótese aquí que el mismo líder le asigna a su movimiento, explícitamente, un carácter político, por encima de lo reivindicativo, lo cual denuncian los ronderos cajamarquinos, su principal fuerza de apoyo, tomando éstos prudencial distancia.

Entonces viene el capítulo que podría ser el colofón general de la “huelga”: la Intimidación a jueces, fiscales, comercios, colegios, etc. Y, lo último, a emisoras radiales que informan independientemente lo que viene ocurriendo, con amenazas primero y cortándoles la electricidad para silenciarlas después; lo que pone al descubierto: 1º Que los tan democráticos ciudadanos no lo son tanto al intimidar a sus detractores; 2º Si la base de toda democracia genuina es la libertad de expresión, agredir a una radio independiente los desenmascara como intolerantes y prepotentes, evidenciando su raigambre totalitaria; 3º ¿De dónde obtienen los cuantiosos fondos para trasladar a tanta gente de fuera para aparentar “entusiastas” seguidores? Queda entonces pendiente conocer el origen de los fondos que configuraría una nueva modalidad de hacer política en el Perú y que llamaríamos “movimiento político a encargo"

Artículo publicado en Expreso