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Minería: la hora de la educación

Artículo publicado en Expreso el 22 de junio de 2012

Explica Consultores

Julio Miguel Agreda

Publicado: 2014-11-07

Todas las opiniones favorables a las inversiones en minería reconocen que la agitación antiminera prosperó gracias a la masiva ignorancia de las poblaciones aledañas; pero no se les escucha exigir el refuerzo de nuestras inversiones en materia educativa. De esto se pueden sacar varias conclusiones: 1.- La fuerza de los antimineros proviene de la abusiva manipulación de pobladores ignorantes y desinformados, ante los cuales pueden mentir descaradamente haciéndose pasar por defensores de sus intereses. Todo su hipócrita discurso comienza con “hermanos campesinos”. ¡Fácil, muy fácil! 

2.- ¿Ahora que controlan la región Cajamarca y su fabuloso presupuesto, qué podrían exhibir como inversión social a favor de esos pobladores que viven en la más completa miseria (agua potable, desagüe, electricidad, salud, educación, etc., etc., etc.)? ¡Nada! Absolutamente nada significativo. Por eso sus cuantiosos fondos disponibles para la inversión se encuentran ociosos. 3.- Ese desinterés por educar a nuestros pobladores del campo es compartido por muchos que defienden las inversiones en minería, lo cual revela una significativa incongruencia política.

Por otro lado, el Gobierno ha mostrado mucho tino al enfrentar a los antimineros, acertando en no caer en el fácil expediente de meter bala a diestra y siniestra (“reprimir sin miedo”) como le aconsejaban algunos prominentes líderes de opinión que, pese a reconocer como punto primero “la ignorancia de las poblaciones campesinas de la que se aprovechan los agitadores”, no han destinado una sola palabra de reclamo para subsanar esta grave carencia educativa. El mencionado acierto ha sido tan efectivo en ambos casos (Cajamarca y Espinar) que viene desinflando las expectativas represivas que se habían sembrado. Funcionando, además, como poderoso y selectivo laxante de disidentes de la bancada gobiernista del Congreso de la República (apenas cuatro renunciantes); y hasta una no tan disimulada insinuación al diálogo (con el Presidente de la República) por parte del presidente del gobierno regional de Cajamarca: “Si debo pedir una audiencia, la pido”, acaba de manifestar Gregorio Santos a sólo cinco días de iniciada “su” huelga general.

Esperemos que acepte la llegada del Primer Ministro quien ya manifestó su disposición a ir a Cajamarca si lo convocan. Aunque, al día siguiente, pedía la vacancia de la presidencia de la República. ¿Señal de desesperación por una huelga que no camina? Sólo faltaría iniciar de una vez la tarea educativa empleando algo que podría revelarse como una poderosa herramienta que tenemos a mano: la existencia de profesores de calidad que ha logrado reunir la suspendida selección de la Carrera Pública Magisterial.

Artículo publicado en Expreso


Escrito por

Julio Miguel Ágreda

Consultor en desarrollo económico, social y educativo. Profesor universitario, investigador, sociólogo, trujillano...


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