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Sí se le entiende!

Artículo publicado en Expreso el 22 de julio de 2012

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Julio Miguel Ágreda

Publicado: 2014-11-07

Quién lo entiende” se pregunta el diario Correo rotulando sus noticias de Cajamarca el 26.6.12, refiriéndose a las contradicciones declarativas del principal líder antiminero Gregorio Santos. Cabría, mientras tanto, recapitular algunas etapas de la movilización anti Conga: 1º sublevaron a los campesinos contra el proyecto minero, aterrorizándolos por la proyectada eliminación de cuatro lagunas y manipulándolos abusivamente porque, por abandono, carecen de suficiente información (miles de ellos jamás leyeron un periódico) ni pueden ejercer su propio discernimiento por su pobre nivel educativo; 2º Intimidaron a quienes no se plegaron espontáneamente al paro iniciado el 31 de mayo del presente (comercios, profesores, estudiantes, alcaldes, etc.); 3º Agredieron a las emisoras independientes que informaban lo que no les gustaba (cortándoles la luz); y 4º Provocaron al gobierno: incendiando la municipalidad de Celendín y desafiando el Estado de Emergencia con manifestaciones y carteles agresivos, en vista que la tal huelga “general” se iba debilitando. La torpeza de los jefes policiales –que rápidamente fueron destituidos– les dio los muertos y la captura que necesitaban. 

La reciente aceptación del proyecto minero Quellaveco en Moquegua por parte de la población involucrada –junto a sus autoridades locales y regionales– indica claramente el inicio de una nueva etapa en materia de inversiones mineras en el Perú; etapa caracterizada por tomar en cuenta la salud y las necesidades productivas de la población así como la protección del ambiente, cosas que antes jamás se atendieron (repasar las ilustrativas novelas históricas de nuestro gran Manuel Scorza; y de allí hasta el presente).

Entonces, si ahora todos los nuevos proyectos de inversión minera deben seguir la pauta señalada, lo que incluye a Conga –actualizado con las exigencias de ampliar la disponibilidad de agua entre otras–, ¿por qué los líderes antimineros persisten en su irreductible “Conga no va”? Muy sencillo: 1º Porque se trata de masivas inversiones privadas y ellos son estatistas; 2º Porque los beneficios que ahora traerían a la población circundante y regional terminaría por alejar a éstas de las opciones estatistas; 3º Porque todos los reservorios terminarían ahogando las pretensiones reeleccionistas regionales de los antimineros, y quemando toda posibilidad de participación decorosa en elecciones nacionales. Es todo. Lo demás son cuentos. Otrosí digo: Es por el carácter estatista de las movilizaciones antimineras en Cajamarca que la izquierda peruana guarda silencio –en el mejor de los casos– lo cual pone al descubierto su alejamiento total de la vertiente socialista que la trajo al mundo.

Artículo publicado en Expreso


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Julio Miguel Ágreda

Consultor en desarrollo económico, social y educativo. Profesor universitario, investigador, sociólogo, trujillano...


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