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Encontrando en el factor educativo del país la explicación de fondo

Perú: ¿Es factible industrializar la minería ahora?

Explica Consultores

Julio Miguel Ágreda

Publicado: 2014-11-10

Comentando su artículo del 18.5.2014 (en `La columna de PPK´, diario Correo, Lima, Perú), en el que nos dice Pedro Pablo Kuczynski "ya hemos demostrado que es factible industrializar la minería aquí en el Perú, como lo vemos en la fundición y refinería de cobre en Ilo y [en] la planta de zinc de Cajamarquilla…" (punto 1). 

Pensamos que de poder se puede (instalar aquí refinerías y fundiciones). El gran problema consistiría en darle continuidad al desarrollo de sus tecnologías; que el mercado global exige día a día para que aquellas no queden rápidamente desfasadas y devenidas en obsoletas. Y este problema no se resuelve sólo "con mucha convicción y buena organización" como remata PPK, con loable optimismo, el punto 1 de su artículo; para que no queden atrapadas en la categoría de enclaves de desarrollo en un medio preindustrial como fue con la Cerro de Pasco Copper Corporation.

El tema de Ilo se entiende por ser una industria derivada de la inversión minera de esos capitales, la Southern Perú Copper Corporation: empresa mexicana, una de las productoras de cobre más grandes del mundo -lo que explica perfectamente su desarrollo al ritmo de su expansión extractiva-. Lo que la diferencia de la de Cajamarquilla que no se ha desarrollado impulsada por similares factores ni mucho menos se ha expandido al ritmo de nuestra expansión minera, ni al ritmo de la expansión del mercado global del mismo producto. Encontrando en el factor educativo del país la explicación de fondo de esta última limitación.

Ocurre que una cosa es la base educativa de un país para cumplir con los requerimientos y exigencias de la industrialización en minería y otra, muy diferente, el caso de la investigación universitaria alrededor de nuestras plantas y minerales y que, de momento, culminen en una masiva generación de patentes que nos permita industrializar a continuación, con elevadísimo valor agregado, los hallazgos en las primeras; y mejorar nuestra recaudación en los segundos para evitar que salgan a título gratuito, en los concentrados, materiales de mayor valor. (Añadiendo nuestra rica fauna silvestre única en el mundo.) Pues ambos emprendimientos se sitúan perfectamente dentro de nuestras limitadas posibilidades sociales, económicas y, sobre todo, educativas. Sólo se requeriría rediseñar nuestro sistema académico universitario; rediseño que debería incluir a nuestros institutos. Esto, de paso, podría contribuir a la formación a mediano plazo de una conciencia industrial en nuestra población, ahora completamente inexistente.

Lima, 19 de mayo de 2014.


Escrito por

Julio Miguel Ágreda

Consultor en desarrollo económico, social y educativo. Profesor universitario, investigador, sociólogo, trujillano...


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