Interesante, como todos sus artículos, el de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) `La industrialización de los minerales´ (diario Correo, Perú, 18.5.2014).- Como los temas que toca PPK allí sobre la industrialización de los minerales en el Perú son muy variados, comenzaremos por su punto tercero: "La historia económica nos dice que la parte puramente minera generalmente es más rentable que la parte industrial", esta última "con mayores riesgos por endeudamiento, grandes fluctuaciones y recesiones." No obstante PPK sostiene que iniciando nosotros la industrialización del cobre –con más ventajas energéticas que Chile sobre todo de llegar nuestro gas de Camisea al sur del Perú-, podríamos tomar la posta de "las viejas y contaminantes fundiciones chinas… instalando acá modernas usinas de última generación".  

Pero, al parecer, PPK no toma en cuenta que la industrialización de los minerales requiere tanta o más investigación y perfeccionamiento que su extracción; y que aquella, al estar sujeta a continuos y cada vez más acelerados cambios tecnológicos requieren de una poderosa base científica y académica que no disponemos en el Perú si no resolvemos un problema de la primera magnitud y prioridad para incursionar en los sofisticados rieles que conducen al desarrollo: nuestra enorme y compleja deficiencia educativa que, dicho sea de paso, no se substituiría por "una base suficiente de educación técnica" como propone PPK en su punto 1.

Se nos podría objetar: a) Si la tecnología china en sus viejas fundiciones está tan atrasada ¿por qué han sobrevivido hasta ahora?; b) Porqué nosotros no podríamos también dejar de lado ese requisito (científico, tecnológico y educativo)?; c) Por qué la posta no la podrían tomar los países más avanzados en desarrollo como los Estados Unidos, Japón, Alemania, etc.?

La respuesta, inmediata, pasa por el tema remunerativo: Con los salarios chinos actuales, ninguna competencia industrial sería posible, sobre todo para productos industriales baratos aunque no tan finos que es lo que el mundo consume masiva y prioritariamente ahora. Y eso, hasta el momento, por la abismal diferencia salarial entre China y los países mencionados. Pero esa diferencia no será eterna: Los salarios chinos tienden a subir ahora mientras que en los otros bajan .

Lo anterior nos indica que lo que nos dice la historia, económica en este caso, no nos debe llevar a pensar que las fases que atravesaron los países industrializados serán estaciones obligadas para los que vienen atrás. Por tanto, la historia no necesariamente debe repetirse. Esta se hace. Y el mejor ejemplo lo ponen esas "viejas refinerías chinas" que han venido procesando los minerales peruanos sin que los chinos sean productores mineros de esos productos ni contando con los prerrequisitos tecnológicos señalados.

Lima, 18 de mayo de 2014.