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130 congresistas (como los 80 del 90) ¿son representativos?

Explica Consultores

Julio Miguel Ágreda

Publicado: 2018-09-11

El creciente hartazgo de nuestra población con “sus” congresistas ha llegado a tal extremo que se viene generalizando la siguiente expresión: ¡que se vayan todos! 

Las preguntas que se desprenderían de tal situación podrían ser las siguientes: Las 130 personas que componen este “congreso” ¿a quiénes representan? ¿Se podría decir que representan a toda la población peruana? O por lo menos ¿a un sector mayoritario de nuestra ciudadanía? La respuesta tendría que ser mayoritaria y absolutamente negativa. De ser así ¿a quienes representarían entonces?

En la década del 90, cerrado el congreso por el autogolpe de Estado fujimorista, se reabrió con sólo 80 “congresistas”, cuya mayoría gobiernista fue de fácil constitución gracias al control de los medios, la intimidación ciudadana a cargo del Servicio de Inteligencia Nacional, SIN, con secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones y hasta con la compra de los necesarios “congresistas” para completar una cómoda mayoría.

Después se amplió el número a 120 y más recientemente a 130, donde una mayoría compuesta también por individuos de dudosa integridad moral y manipulada por gente que ni siquiera fue elegida, sólo puede representar a restringidos intereses creados que actúan en la sombra y que se dan el lujo de amenazar la estabilidad política y jurídica del país.

En buena parte, esta situación se explicaría por la naturaleza del voto ciudadano, con una obligatoriedad que lleva a las urnas a la totalidad de nuestra ciudadanía, la que acude a los comicios por obligación y vota, en el mejor de los casos, por caras, nombres y un bullicio demagógico de fácil e impactante difusión pero que, por encima de todo lo mencionado, para que le sellen su documento de identidad y no perder la ciudadanía, para todo fin práctico, de vivir en el país.

Lógicamente, la cosa cambiaría si el voto fuera voluntario como ocurre en todos los países del mundo (o en su absoluta mayoría que, para el caso, da lo mismo). Pero, igualmente, con nuestros 130 “congresistas” (y sin un solo senador), así sea con el voto voluntario quedaríamos muy lejos de lo que debería ser: la representatividad de todas las regiones y culturas que han vivido siempre ignoradas en su propia patria.

Por ese motivo pensamos que un mínimo de 400 ó 500 diputados (además de una cámara de senadores), elegidos teniendo en cuenta la población total del país, sus diferentes culturas, cuyo número es único en el mundo (47 idiomas), diferentes regiones y su enorme dispersión producto de nuestra intrincada geografía, le cambiaría la suerte a nuestro querido país, liberándolo del corrupto tráfico político que vemos a diario y tornando la institución congresal en algo completamente respetado. (Esto, fuera de las diputaciones regionales o macro regionales con lo cual se completaría nuestra reestructuración política.)

Lima, 10 de septiembre del 2018.


Escrito por

Julio Miguel Ágreda

Consultor en desarrollo económico, social y educativo. Profesor universitario, investigador, sociólogo, trujillano...


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