De la misma manera como los estafadores se hacen pasar por personas honestas y acomodadas, libres de toda forma de contaminación social, los estatistas se hacen pasar como socialistas, aprovechándose del desconocimiento de las grandes mayorías no sólo en nuestro país sino, en la actualidad, en la mayor parte de los países del mundo, sobre el tema socialista.

Expliquémonos: Con la Revolución de Octubre, en la antigua Rusia, año 1917, hasta la muerte de su presidente, Vladimir Ilich Ulianov (Lenin), 7 años después, el prestigio de ese enorme país, pero extremadamente pobre, alcanzó records históricos, no sólo por las reformas económicas y sociales que comenzó, sino por la expulsión de las 13 potencias mundiales que la invadieron (8 europeas y 5 de fuera: Estados Unidos, Canadá, Australia, China y Japón) con cerca de 150 mil soldados con armamento moderno para la época, que buscaban suprimir la revolución y aniquilar al bolchevismo. Expulsión que se hizo casi-casi, con palos y piedras pues su pequeña industria -comparada con las de las potencias invasoras- casi desapareció, por la guerra mundial y la guerra civil apoyada por los invasores. (La población asalariada, casi desaparecida, se auto exiló en el campo para subsistir.)

El mencionado prestigio exterior de los Bolcheviques se evidenció con 8 millones de militantes en el Partido Comunista inglés y 4 millones en el PC. alemán.

Dicho prestigio -interior y exterior- fue desapareciendo, fugazmente, desde la asunción al poder del caudillo y dictador estatista que sucedió al fallecido líder (socialista demócrata).

Pero el nuevo capítulo político que se abrió en Rusia fue acompañado en el exterior por la alineación de los partidos comunistas de casi todo el mundo con las instrucciones que se les dictaba desde la Unión Soviética, cosa que no existió antes, en vida de Lenin.

Con el nuevo régimen político en Rusia –la Unión Soviética- se inicia también un fenómeno nuevo en la historia del mundo: El estatismo.

La identidad de este suceso tiene que ver con la falsificación política que mencionamos en el primer párrafo pues dicho estatismo se presentó al mundo como socialista, ambas cosas completamente diferentes y contrarias, tanto como el día y la noche o el verano y el invierno. Pero esa diferencia la examinaremos en los siguientes capítulos.

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