Un genuino Congreso de la República debe ser, ante todo, representativo. Debe ser un auténtico representante de la población, en nuestro caso, de 33 millones de personas. 

Un remedo de Congreso, como el que hemos tenido en toda nuestra vida republicana, no representa más que a quienes se apoderaron del gobierno y de las “instituciones” del país, con el cuento de que eran sus auténticos representantes, elegidos por el voto de toda la ciudadanía. Con esa frasecita lograban su “legitimidad”, además de la legalidad de su investidura.

(Por eso la votación es obligatoria en el Perú. ¡Único caso en el mundo! Con el cuento de que “el derecho” de elegir a sus gobernantes es una “obligación” que asegura el ejercicio de una “auténtica” democracia, como no la hay en ningún otro lugar del planeta, nos dirían. Y donde dicha obligatoriedad nos convierte en AUTÉNTICOS ciudadanos. ¿Derecho de uso obligatorio? ¿U obligación arropada con el cuento de un “derecho”?)

De allí viene lo de la unicameralidad. (Keiko Fujimori dijo recientemente que la unicameralidad la lleva en su ADN.), siguiendo los pasos de su padre que se hacía “elegir” para toda la vida, y la de sus hijos y sus nietos, gracias a ese “Congreso” de 80 personas, que después aumentaron a 120 y ahora 130. (¿Recuerdan cómo se compraba congresistas? Ahora se les chantajea con grabaciones ¿Recuerdan lo de Moisés Mamani?)

El fondo del asunto es de entendimiento muy sencillo: 80 ó 130 “representantes” sólo pueden representar (mayoritariamente) a quienes manejan la “institucionalidad” del país. O alguien que actúa como presidente de la República o quien manipula la mayoría congresal sin ser presidente o presidenta ni congresista, como lo vemos ahora.

¿Por qué 400 diputados? Porque ese número es el mínimo que en el Perú se requeriría para REPRESENTAR a 33 millones de pobladores. Y, si el voto fuera voluntario, la consistencia institucional del país al fin, y por primera vez, se lograría (ambos temas desarrollados en anteriores artículos: Congresos y "Congresos" y El voto voluntario va ganando terreno).

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Lima, 29 de agosto del 2018.